Emprender asimismo: la economía social y solidaria

La economía social y solidaria (ESS) ―mutualidades, cooperativas, asociaciones, fundaciones― está presente en la práctica totalidad de los sectores de actividad: acción social, oferta de asistencia sanitaria, deportes y ocio, educación y formación, bancos y seguros, agricultura, industria, construcción, vivienda social, distribución, artesanado ... Ésta ha desbrozado a menudo necesidades emergentes, que más tarde se convirtieron en mercados de pleno derecho.

 

Valiéndose de valores, prácticas y estatutos propios, la ESS se reivindica como una economía en sí misma, que no viene a substituir la actividad pública y el servicio público ni a corregir las derivas de un modelo económico en crisis. Ésta se confirma como una economía de utilidad social al servicio del interés colectivo y de la cohesión social.

 

 

Nuestra asamblea considera que son los estatutos los que fijan los límites de la EES. Estos retoman, en efecto, valores comunes (empresas de personas y no de capitales, solidaridad entre los miembros, gobernanza democrática, indivisibilidad de la propiedad colectiva) y específicos (no lucro para las asociaciones, mutualidades y fundaciones; lucro supervisado y regulado para las cooperativas). Así pues, carece de interés real la instauración de un sello o mecanismo de reconocimiento voluntario.

 

Asimismo, el CESE subraya la importancia del diálogo social dentro de la ESS y recomienda que se evite la confusión entre el sistema de gobierno y los órganos de representación del personal y que se respeten sus prerrogativas.